jueves, 29 de mayo de 2008

Nostalgias

No me queda más que aceptar -aunque entre dientes- que la felicidad y los logros del resto me generan nostalgia. No envidia, no malicia, simplemente nostalgia.
Reclino por un segundo mi cabeza y me pregunto; ¿Algún día me sentiré realizada? Inconscientemente, termino por entender que tal véz no mientras me lo siga preguntando.
Sin embargo, continúo enrredándome en el sin fin de interrogantes que ocupan la mayoría de mis momentos de reflexión y es cuando el círculo vicioso se detiene como si fuera una ruleta rusa y oscila en mi cabeza cual intensa luz de neón:

¿Qué demonios estoy haciendo con mi vida?
Y es que, ¿de qué sirve acumular méritos si no derivan en tus metas más próximas? ¿Será que pretender marcar la diferencia es el método que determina el fracaso? o acaso, sólo el ambicioso consigue y el persistente observa ¿?

miércoles, 28 de mayo de 2008

Mi querido Perú

ESTOY CANSADA y en el camino a casa, solo anhelo la suavidad de mi almohada y la frescura de mi pijama. La cumbia que sintonizan en la combi termina por adormecerme. Finalmente llego a mi destino y después de una mañana que se prolonga, por lo general, hasta las 4 de la tarde me quito la ropa y me dirijo a la ducha. Pongo un poco de música y mi mente rápidamente está en blanco, canto a voz en cuello canciones como Big girls don't cry, Bubbly e Irreplaceable con un sentimiento que sólo podría resultar cuando te inspira la soledad y el silencio de una habitación te permite ser deshinbida y segura de tí. Ya son casi las 5 p.m. Me acerco a la cocina y de re - ojo miro las ollas. Nada me provoca excepto mi cama. Me dirijo a mi cuarto ... acomodo mis sabanas, saco mis peluches y casi a punto de alcanzar mi deseo me detiene un insistente e inoportuno timbre de teléfono. Lo pienso dos veces ...Contesto, no contesto ¡?, Puede ser importante, concluyo. Me acerco al teléfono no muy contenta y casi a la cuarta timbrada termino por levantar el auricular:
- ¿Aló ¡?
-Muy buenas tardes señorita, me podría comunicar con la Sra. Vanessa Elías
- uhm ... ¿de parte de quién? (mas vale que sea importante)
-La saluda "fulanita de tal", del Banco Fallabella, podría hablar con la Sra. Vanessa Elías por favor.
-Ugh, NO ESTA (maldita sea para que me levante)
-La llamabamos para ofrecerle una tarjeta de crédito que le ha sido otorgada con una línea abierta hasta de 20, 000 soles, sólo puede obtener estos beneficios si la acepta esta semana. Tendrá un número móvil donde la pueda encontrar ¿?
-NO, NO TIENE, ESTA TRABAJANDO. (y si lo tuviera no se lo daría)
-¿A qué hora entonces podemos encontrarla?
-De L-V a partir de las 9pm y los Sábados a partir de las 6pm (claro, cuando su maldito telemarketing ya acabó y no pueden molestar la paciencia de mi mamá, me pregunto si alguno de estos cachudos sabe que lo digo a propósito para que no joroben más, no creo que sean tan inteligentes porque son peor que las máquinitas con mensajes grabados)
-Muy amable, gracias.
- Sí, si claro.
Y así todos los días, con una frecuencia cada vez más estresante y con cada COJUDEZ a la que le llaman promoción y termina siendo nada más y nada menos que una estafa más. ¡MALDITOS MORLACOS! Los odio a todos, odio el telermarketing, odio su maldita manera de venderme hasta sus medias cochinas. LOS ODIO, no me dejan en paz, no dejan en paz a mi mamá y para colmo cuando aceptas por defecto, porque ya no los soportas más, terminan vendiendote productos malogrados como por ejemplo el teléfono inalámbrico de ROBOFÓNICA. Me provoca gritarles, desconectar el teléfono y cuando realmente me decido hacerlo es alguien importante que no merece escuchar mi tono amargo.
Me pregunto, ¿que intentan, que pretenden? si te digo NO, es NOOOOOO. UGH!
El Sábado pasado leyendo el Somos encontré a alguien igual de indignado por las rarezas de nuestro país, hablaba de la comunicación compulsiva y de algunos mensajes publicitarios que son nada más que un jarabe para la estupidez y el adormecimiento. Rafo León, GRACIAS
Sábado 23 de Mayo del 2008
Paga para que insulten
Somos, 79
(...) Como resulta tan complicado grabar el mensaje comercial y escucharlo a menor velocidad, sugiero que este sea entendido de la siguiente manera: "Estúpido consumidor, esto que te estoy diciendo quisiera guardarlo en secreto para que tú, que eres un cacaseno, te creas mi promoción o las bondades de mi jarabe para la tos (o mi sistema de llamadas internacionales o mi tarjeta bancaria). Pero el Estado perro del hortelano en el que vives me exige advertirte sobre una serie de restricciones que tienen mi producto o servicio. Ahora, como para mí hacer esto es una obligación que no me gusta porque podría afectar mis ventas, opto por decírtelo como si hablara una cacatúa con dos tiros de coca en el sistema nervioso. En otras palabras, estúpido consumidor, me zurro en ti y en tu Estado, tanto como tu Estado se zurra a la vez en ti: ya te habrás dado cuenta de que a nadie le importa en el fondo que se entienda o no lo que me conminan a decir; lo único que interesa que se diga, aunque sea en finlandés, para que luego tú no tengas nigún derecho a reclamo. Te espero en la tienda, imbécil" (...)

viernes, 23 de mayo de 2008

Una universidad para toda la vida

Es hilarante prender el televisor y ser testigo de una de las tantas falacias publicitarias que nos ofrece día a día –este- nuestro querido Perú. La figura que nos presenta, lejos de ser convincente provoca varias carcajadas. Sin embargo, no podemos dejar de reconocer la creatividad de aquel guionista. Por el contrario, es admirable su labor y es que ¿quién no se detiene a observar un comercial de televisión que plantea que luego de cursar cinco años de estudios superiores en el Perú podremos llegar –fácilmente- a cubrir un evento, por ejemplo, en la Casa Blanca? No que resulte imposible mas tiene su pizca utópica y su gran porcentaje de ficción.

No somos ciegos ante la realidad, ella nos golpea diariamente y por supuesto que no se trata de subestimar la capacidad y el empeño de los peruanos sino reflexionar acerca de nuestro alarmante sistema educativo. Y es que en definitiva, recibir una educación de baja calidad atenta contra los derechos humanos, por ello llega a bloquear y obstaculizar toda posibilidad de superación y avance. No basta con tener acceso a la escuela o incluso completar la educación básica, se trata de ofrecer un servicio de calidad, íntegro y personalizado para forjar futuros profesionales que marquen un hito que pueda cambiar el rumbo de nuestro ya conocido “tumor maligno” llamado: conformismo.

Debido al avance científico y el desarrollo de la tecnología, diversos estudiosos han llamado a esta época la Era del Conocimiento, irónico en nuestro país cuando los índices de lectura bajan diariamente y la disconformidad de los propios jóvenes universitarios aumenta en medidas desproporcionadas. En definitiva, la universidad peruana esta en retroceso. Puede que nosotros consumamos mucha de la tecnología pero lo hacemos netamente con fines que, lejos de educarnos nos adormecen y finalmente terminan, como siempre, convirtiéndonos en actores pasivos para dejar de lado la inversión intelectual y las posibilidades para ampliar nuevos horizontes.

¿Nadie es consciente que el desarrollo de un país comienza esencialmente en las aulas de un pabellón universitario? Allí es donde se plasma el recurso humano que más se necesita. De esas aulas resulta la fuerza de trabajo más eficaz, con energía juvenil. Pero he aquí la mayor interrogante, ¿Cómo formar a jóvenes si el acceso es limitado (sea por motivos económicos o por deficiencias dentro del sistema universitario nacional -restricciones, cupos limitados, etc.-)?
Es probable que el estado peruano tenga limitaciones presupuestales, pero la educación pública es un gasto que debe –ante todo- ser prioridad dentro del gasto fiscal. La educación en todo sentido es sinónimo de progreso. A fin de cuentas una inversión a largo plazo que se retribuirá logrando armonizar nuestro país, consiguiendo que un gran porcentaje de la población sea educada y por ende más productiva, responsable, creativa y progresista. Esto repercutiría de manera positiva en la economía del país y por supuesto en aspectos sociales con una cadena de consecuencias que lograría resultados efectivos a corto y largo plazo.

Y es que en la actualidad obtener un primer título universitario es casi equivalente a lo que era antes terminar la secundaria. Son ahora los valores agregados como las maestrías y doctorados los estudios que se hacen indispensables para lograr ser entes competitivos en el mercado laboral.
Concluyo entonces, ¿qué demonios hago estudiando en la San Martín?

CLP



boomp3.com

jueves, 22 de mayo de 2008

Mi alma gemela



Y finalmente te encontré, recuerdo con claridad aquel día, vestías de negro pero sinceramente, poco o mucho importaba lo que traías puesto. Eras simplemente la representación de lo que se convertiría rápidamente en mi motivo. Cual nena de la mano te llevé hacia mi mundo. Me descubrí ante ti sin saberlo y me aferré a tus brazos sin aún sentirlos ... Y ahora, ahora me siento increiblemente orgullosa al saberme parte de ti.


Las noches que pasamos tienen más sentido que mis días de sol radiante y poco o mucho importaría seguir viviendo en esa, nuestra burbuja, si no fuera de tu mano.


Me pintaste un panorama distinto; supe al conocerte que la lealtad aún tiene valor para aquellos escasos ilusos que forman parte de nuestro gremio y se esconden tras la promesa de un mundo mejor. Pero sobretodas las cosas me convencí que la amistad, aunque imperfecta, te lleva por rutas tan enigmáticas que terminaron, en mi caso, por darme una segunda oportunidad, una segunda vida y sólo para vivirla contigo. Te adoro manita de mi alma.








¡Todo NO tiene un porqué!




Y me sorprendo extrañandote ... como Winnie Pooh extrañaría a Tiger ... o Mafalda a Libertad. Nunca entenderé porque has de alejarte de lo que más quieres, siempre será una de mis más grandes interrogantes -ningún libro de autoayuda o frase trillada sacada del mismo me convencerá de que todo tiene un porqué -
La distancia no sólo la determina el espacio geográfico, sino la que de por sí impone nuestro corazón. No necesito estar lejos de ti para sentir que no te alcanzo y aún así quisiera, no logro admitir que te necesito. Tenerte tan cerca y a la vez tan lejos es prueba fiel de que los nunca (aunque prohibidos y absolutos) aplican en situaciones como esta. No puedo decir que será igual, no puedo decir que será mejor pero tampoco admitir que no será ... Y es que probablemente aún vivo añorando lo que algún día fue vivir de tus consejos, depender de tus abrazos y reir sabiendo que reirías conmigo...
Me detengo un momento y me pregunto casi sonriendo, Y ahora, ¿quién cuidará de mi apetito ortográfico?

Una más ...

De pronto el sentimiento de culpa golpea y es como el tic tac de una bomba que no demorará en explotar. La sientes contigo, te persigue y sabes que en algún momento todo llegará a su final. Caminas sin saber a dónde y te preguntas si mañana lo habrás podido superar ... sientes que hurgarán hasta encontrar "tu verdad" y por más que intentas dejarlo a un lado, ya estás expuesta. Las sonrisas se evaporan ... uno mismo las desecha ...
¡¡¿Que no hay nada que ocultar?!! ...pues esa, creo yo, es una falacia absoluta. Cada quien guarda dentro de sí un complejo y nada atractivo mundo interior ... escarbar muy profundo sería incluso arriesgado. Cuestionar al resto es muy sencillo, pero ¿alguna vez seremos capaces de reconocernos?
Vivimos rodeados de caretas ... falsos "te quiero", truculentos "me importas" y no muy sinceros "no te miento". Sin embargo, es lo suficientemente conveniente. Seguiremos inmersos en una matriz de frases sin sentido ... que se disuelven en segundos y que terminan por adecuarse al orden "lógico" (aunque irónico) de las cosas.
No por sazonar mis líneas de pesimismo pero la fe se acabó cuando niña ... sí ... creía en un mundo mejor pero al ver que no cosecho lo que algún día sembré, cierro los ojos ante la realidad, prefiero mirar que observar, dejó a un lado oir y termino sólo por escuchar, toco pero no siento y vivo pero no aparezco ...
La retrospectiva de mi vida , uhm ... no me trae más que sinsabores ... y ahora no queda más que intentar encajar ... "si no puedes con ellos, unete"
¿Cómo estás?,
Bien, gracias -respondó con el sarcasmo característico -
Es que algunos todavía consideran que alguien lo pregunta de manera sincera ¿? Pues permítanme reirme ... todo es superficial en estos tiempos ... se perdió la magia de un abrazo sincero, un "perdóname" no es más que una forma práctica de evadir el castigo. Nadie fija más la mirada ... la amistad, el amor, la honestidad no son más que disfraces para las nuevas tendencias ... "mientras que me convenga, amén" ...
¿Encontrar mi esencia? ... si la perdí , hmmm, la perdí en mi eterno afán por volverme contra mis convicciones y termino casi por convencerme, soy una más, tan sólo, una más (...)

miércoles, 21 de mayo de 2008

La flor @--<---<




Le dijo adiós y en teoría, cerró el libro de una historia que no tenía otro final. Sin saberlo había caminado hacia su propia trampa. Por primera vez, el ardid de sus mentiras se había volcado en su contra ... y el arrepentimiento terminaba por apoderarse de ella. Tuvo que aceptarlo, muy en el fondo, ella sabía la verdad ... - No es posible, dijo. No de él ... no así -
Lo había perdido, como todo aquello que tiene valor en su vida, lo dejó pasar y prefiere culparlo, prefiere creer que él no fue lo que esperaba. Nuevamente, tuvo que aceptarlo ... ninguna de las excusas sería suficientemente buena para liberarla. Se había enamorado. Es un castigo, pensó. Jamás se imaginó sentir así ... jamás se imaginó sentir por él.
Tentadora y atractiva se había presentado frente a sus ojos. Era la luna quien la llenaba de coraje mientras caminaba hacia su destino ... Alli estaba él, inquieto y alerta ... esperándola. Ella escapó de su mirada e intentó ahorrarse la cuota de tensión, había algo en su rostro, quería memorizarlo ... quería contemplarlo, quería delinear sus facciones con los dedos ... pero era muy pronto, ¿en qué estaba pensando?, una conversación algo vacía y sin sentido que acababa en risas nerviosas y miradas esquivas derivó rápidamente en un beso. Un beso profundo que selló lo que sólo hasta hoy, ella asume como amor ...
Ojalá pudiera revivir alguno de esos momentos, se dijo. Miró a su alrededor y no encontró mas que vacío. No podía creer que se hubiera permitido volver a sentir, y menos por alguien como él. Mientras que se ahogaba en aquellos recuerdos iba reconociendo poco a poco, cual niño que encuentra la pieza final del rompecabeza, que haber vivido intensamente y con tal pasión un romance con esos ojos que aún la miran, no había sido otra cosa que su perdición. Cuando por fin concluyó que seguir engañándose sería inútil ... de pronto empezó a llorar con la misma intensidad con la que un día lo besó ...
Su confusión terminó por hundirlos. "Tú lo convertiste en un mounstruo", se dijo. Lo tuvo y lo dejó volar ... no quiso herirlo y terminó herida ... Y es que todo parecía estar bajo control, estaba deslumbrada con el niño que él dibujó para ella, tierno y dedicado, cual cachorro necesitando protección, la envolvió con su entrega y no se percató que pronto terminaría por enamorarse no del retrato sino aquel de carne y hueso que representaba su ideal. El detalle que omitió es que hay un abismo inmenso entre lo real y lo intangible ... y ella, cayó en él ...
Conoció el color, ya con el tiempo había olvidado sus matices, pero no duró, ve en tonalidades oscuras nuevamente ... y aunque miente diariamente, no puedo negar que aún guarda una esperanza, sin ella nada tendría sentido. Mientras tanto, todas las noches abraza su almohada y recuerda aquella flor que algún día él le regaló.



martes, 20 de mayo de 2008

¿Y?

Me corte el cabello … y sí, es invierno, ¿y?
No termino de escuchar las canciones, porque el final me parece repetitivo, ¿y?
Como snaps y chupete a la vez, ¿y?
Detesto a los gatos, los matarìa a todos, ¿y?
Usualmente me pongo medias diferentes, ¿y?
Colecciono stickers y ni siquiera sé para qué, ¿y?
Tengo celular pero nunca lo uso, siempre para en silencio, ¿y?
Le pongo indefinidas “i’s” al final de cada palabra dependiendo de la intensidad, y algunos dicen que hablo como “cojudita” pero yo lo considero original, ¿y?
Tengo la agenda pascualina desde los 12, ¿y?
Amo el color rosado y sus derivados, ¿y?
Sólo escucho música en inglés y mayormente de cantautoras, ¿y?
Soy adicta a un juego en red que permitió darle vida a mi alter ego, ¿y?
Pienso que los aretes son desechables, ¿y?
Me parezco a mi mamá porque reniego hasta del aire, ¿y?
Las hadas me apasionan y tengo a una de fondo de pantalla en mi laptop, sí, ¿y?
Me gusta estar sola y eso no significa que no tenga amigos (pero tampoco que los tenga), ¿y?
Odio el msn porque por ese medio se generan los peores conflictos, ¿y?
No tomo café aunque tenga 22 años, ¿y?
Prefiero generalizar que creerme el rollo de que cada persona es “única”, ¿y?
Soy exagerada, porque exageran y sí exageran yo exagero, ¿y?
No sé hacer trenzas, ¿y?
Me confundo con lo elemental (izquierda – derecha) porque soy zurda, ¿y?
No creo en la promesa eterna de fidelidad, ¿y?
Lloro y llorarè todas las veces que vea Pearl Harbor, ¿y?
Critico aunque no haya nada que criticar, ¿y?
Canto horrible, pero me gusta porque alguna vez estuve en el Coro de mi colegio, sí, ¿y?
Adoro a los niños y me considero una de ellos, ¿y?
Cuando algo no me gusta, lo digo y lo asumo, ¿y?
No puedo dormir cuando el televisor esta apagado, ¿y?
Tengo brazos de abuelita, ¿y?
Acabo de decir 39 veces la palabra “y” … y es ahora cuando todos empiezan a contarlas solo para probrar que fueron 42…
Sin saberlo una voz en tu cabeza, responde: “sí, ¿y?”

Que yo, ¿què?

El día a día es una suerte de nebulosa abrumante. El afán altruista que me caracteriza termina por definirme como martir y acabo viendo colores pero ninguno es pastel. Escucho pasos que no son los míos y voces que me son familiares mas no amistosas. Risas y vacilaciones que solo destruyen el equilibrio que carezco. Recuerdo a lo lejos su rostro ... será realmente que quiero reconstruir un rompecabeza que sólo alterarà el condimentado mundo interior con el que cargo ¿? ... Mi ansiedad me lo pide a gritos pero sé que no es sano ... busco mi motivo, y no es este ... busco un nuevo inicio ... y este es un final ... ¿Las ganas? Las ganas las perdí cuando la luna llena dejó de ser símbolo de esperanza ... pero alto, acaso huyo ¿? Una vez más, ¿huyo? No sòlo evito los finales, sino me corro de los intermedios ... busco respuestas sin aventurarme a conseguirlas ... caigo en el juego traicionero de mi mente sabiendo que pude haberlo controlado ... y termino siendo víctima de rumores que no son más que la estela de humo que envuelve mi pasado y define mis tormentos. Gran show para muchos, y el espectàculo amargo es sólo para mi ... ojalá supiera de lo que soy capaz cuando me asumo como valiente ... pero mientras tanto seguiré preguntandome al ser señalada ... Que yo ... ¿Què?

domingo, 18 de mayo de 2008

Si de historias se trata...


Cómica la manera en la que tu personalidad puede ser resumida en una sola palabra y el factor se intensifica a causa de vivir conmigo 22 años …

¿¿¡Eres una shakeaspiriana!!!?? Hm .… lo vengo escuchando toda mi vida y de una manera mas intensa desde los 12 cuando descubrí la magia de querer mas allá … de querer bonito!!!! Pero esa ya es otra historia …

Si de partir de algún punto se trata … podría comenzar por contar que a los seis meses de nacida atormentaron a mi “A-M-A” diciéndole que el mal congénito que ella tenía era hereditario y que al parecer yo también lo padecería. Pues nada mas certero, al poco tiempo … TA RA. ¿El diagnóstico? Luxación de cadera izquierda, y sub luxada la derecha (o era al reves?) … Bah … Cualquiera hubiera dicho que en el futuro seria una chica perseverante y llena de coraje … (permítanme reírme)

A pesar de haber vivido con yeso casi 1 año y 7 meses era feliz…es irónico, la discapacidad la tengo ahora… no entonces. Gracias a mi eterno compañero de piso, porque sí, me arrastraba día y noche por los suelos …(me suena familiar aún jajaja) pues ahora puedo sacarme conejos de todas partes … hombro, cuello, muñeca, tobillo, rodillas, caderas, y afines (aunque escucho ciertas teorías que me harán arrepentirme en el futuro) Además, me siento como “indio” cada vez que se me antoja, incluso doblo las piernas tipo pato y camino raro de cuando en cuando … especialmente cuando uso tacos, pero eso ya es porque mis pies son fieles a mis compañeras de siempre … mis TABAS!!!! … viejitas y sucias, sí, así me gustan más, y ¿qué? …
Soy floja porque no las lavo y tacaña porque no compro otras, pero terminan siendo más cómodas cuando están más gastadas, es como si tus pies y las zapatillas desarrollaran una relación íntima…(las medias siempre fieles, y de cuando en cuando algo gastadas también, no toquemos el tema de las medias blanca, las odio. Lavarlas luego de pasearme por todas la casa descalza pues … hmmm … es un martirio) así que prefiero andar así!

En fin… uno de mis tantos defectos es andar en zigzag… se nota ¿no? Pues bien, mi infancia no fue tan mala… esas 2 o 3 tarjetas que recibí de un ente extraño no significaron más que una ligera confusión que se evaporó poco a poco a medida que el cartero ya no me visitaba con postales de ositos y una dedicatoria extraña que me decía que mirara las estrellas porque ahí encontraría las respuestas. Probablemente se consolidó como una interrogante y a mis 22 años es un pasaje negro al que no pienso dedicarle más que estas líneas porque ni eso me inspira.

La época del nido o ya para entonces, mal llamado Kinder estaba teñida de múltiples colores. El mandil verde a cuadritos –básico en la vida- y el infaltable buzo azul chillón. Los mejores momentos los viví ahí, lleno de emociones, sí. Autenticidad pura. Hasta desarrollé habilidades artísticas. Primer lugar en dibujo … pero vamos, era una casita con chimenea y la adornaba una onda super patriótica. Tenía árboles alrededor, algunos niños jugando, nubes regordetas, la bandera mal coloreada y un sol radiante. La composición se llamaba MI HOGAR, lo alucinante de todo esto es que vinculé esa palabra con la escuela y parece que ese fue el valor agregado que me otorgo la medalla de papel jajaja!!! Y no me bastó con el premio de dibujo, sino que también baile … PERDON, ¿BAILAR? ¿Cómo? Pues sí señores, ¡SOPA DE CARACOL para el PERÚ! Y agárrese quien pueda porque no es todo … Advierto que para los que me conocen esto podría generar un trauma serio y un impacto tremendo, y es que fui Reina de la Primavera … conste que fue por votación unánime del salón eh ¡Dios! Una reina refunfuñona, claro está. Una reina que manchó el vestido blanco de alquiler con la “chaposa mas sabrosa” … Una reina que no estaba satisfecha con su Rey … por el contrario, estaba tan enganchada con uno de los “soldaditos de plomo” que renegó todo el camino. Y es que el primer amor es cosa seria, no importa si se tiene 5, 15, 25 o 55!!! La intensidad con el nene fue única, bueno fuera que las relaciones siempre fueran así … inocentes y tiernas. Era tanto el cariño, que el día del cumpleaños dejé que soplara la vela conmigo, y eso ya es mucho eh! Compartir un primero de Diciembre a los 5 años … es sacrificio puro.

- “Hijita, ya eres grande, ahora tienes que ir a un colegio más lindo, donde vas a tener más amiguitos, te va a gustar te lo prometo”.

La idea no me sentó nada bien. De Breña a Miraflores. Uhm, en ese momento, claro, no distinguía eso …! Mamá había conseguido un nuevo trabajo y mis días de inicial llegaban a su final.
PRIMER GRADO. El primer año en el colegio no fue muy fácil, cuando mi mamá me dejó, una auxiliar me agarró de la mano y me dijo: tu salón es el “red”. No lloré … jamás lo hubiera hecho, tan patética no soy, ya de niña tenía ciertos rasgos de orgullo y autosuficiencia. Menos mal entendía el inglés (eso de red me descuadro totalmente) y eso gracias a las innumerables noches durmiendo en el carro de los compañeros de trabajo de mi mamá, a la infaltable milanesa (o al menos la mitad de ella ya que era una pelea eterna con ciertos sujetos), a los almuerzos en el Norky’s (donde inicie mi amor incondicional por el ají), a aquellas tardes recortando papelitos en la sala de profesores del Cicex, o las tantas veces que me engrapaba los dedos o enredaba los clips en la oficina de mamá escuchando como hablaba en un idioma que me gustaba remedar por los pasadizos de la institución cuando los recorría sola y del cual me burlaba cada vez que escuchaba hablarlo como si masticaran chicle. Cuando mamá y sus amigos me hablaban así… “raro” mi único recurso era deshacerme cual gelatina y sonrojarme ligeramente.

Pues nada, dicen que el ser humano vive de costumbres, y finalmente termina por adaptarse. Así fue, luego de experimentar el rechazo de algunos cuantos decidí actuar por imitación… y terminé por hacer propias aquellas actitudes que ahora termino por cuestionar. No obstante, jamás encajé. Pase una porción enorme de mi vida ahí y hoy, con una perspectiva mucho más amplia me percato de que jamás fui parte de…
Salte de un grupo a otro, así como iba poco a poco saltando de casa mientras crecía. Mamá y yo parecíamos mochileras… y en el camino ella lidiando con sus propios conflictos que sólo ahora logro entender y yo… pues creo que de niña era optimista y cada cambio me ilusionaba aún más que el anterior.

En primaria desarrollé aquel conflicto interno que llevo hasta hoy; cuestiones de autoestima y demás… Distimia como lo llamaría un gran amigo, docto en temas de “Vanessitis aguda”. Empezaron las eternas comparaciones, la insatisfacción, las peleas, los traumas por mi extraña forma de subir y bajar de peso cada año, las infaltables chapas, la calidad de “amigo” que asumí para con todos los chicos de mi aula … y es que sigo siendo el “brother” de todo el mundo. Tremenda marcianaza que se chanta historias detalladas y hasta esbozadas a full color … por Dios!!! Que escándalo. Pero no descarto aquellos buenos recuerdos, mi cumple número siete … el mejor de todos … festejé todo el mes. Desde la ansiada visita al KFC hasta la fiesta más hermosa que pueda recordar, todos mis primos estaban ahí y hasta me pusieron el gorro de reina y sinceramente… me asumí como tal … adoré el vestido que llevaba puesto y estoy segura que si aún entrara en él no dudaría en usarlo (tengo 22 pero por dentro vive atrapada una niña de 4) … Y no sólo eso, las tardes del 97 –si no me falla la memoria- fueron las mejores, los entrenamientos de natación con Alfonso … todos los días era el mismo cuento:

- “VANESSAAAAAAAAA, el calentamiento es obligatorio!!!!!!” -

Mi condena; 15 minutos de ligas, abdominales y estiramiento, si es que no nos mandaban a trotar … Jamás entenderé que tiene que ver una cosa con la otra, -recuerdo cuando estaba en juvenil A y me mandaron a nadar a AELU, me hicieron dar 7 vueltas a la cancha de futbol y no hice mas que llorar de la cólera y por dentro me repetía; “si alguien me hubiera dicho que iba a venir para esto, no estaría aquí”-. Finalmente, no duré mucho. Lo cómico es que luego me tocó aprenderme la rutina de gimnasia completa para poder exigirles lo mismo a mis retoñitos … mis alumnos … mis patitos.

Ufff, y ni que decir de mi primera Comunión, la fiesta de PRE PROM o incluso la fiesta de Halloween en quinto de primaria … ¡¡¡Cuantos recuerdos!!!!!

A los 10 años tuve mi primer diario… fue una especie de regalo, se lo arranché a la mala a mi prima y a cambio le di alguno de mis juguetes (no recuerdo cual). Ahí inmortalice el amor que sentí por un niño que marcó mi vida y me enseñó a soñar, ni siquiera sabía su nombre y ya vivía todo un romance con él, uno ficticio, claro está. Esos amores de colegiales que cuando dejan de ser platónicos causan una explosión de emociones.

El carro celeste en el que viajaba toco la bocina y varios de los chicos que jugaban en la pista pararon por un momento, luego de un instante, el auto se estacionó en una quinta modesta, y yo me dije:

- “En Monterrico no hay quintas y los niños no juegan en la calle” (…)

Me baje y lo ví …

Era un conejo completo, un conejo lindo. Pasaron tres largos años para lograr el ansiado encuentro. Y durante esos tres años pues cada vez me retraía más y más, con mis millones de interrogantes y mi tan famosa manera de complicarme la vida.

Con una letra cursiva y rechoncha escribí en el diario que había adornado con mil y un figuritas de salserín lo siguiente:

- Hola, estoy super feliz, no sé como decirte esto, es que estoy delirando o qué, te juro que esto parece un sueño, un super sueño, pero que sueño ni que sueño, me acabo de pellizcar y es verdad (…)

Jamás podré olvidar ese día, mi primer beso, mi primer novio, mi primera caricia … un despertar completo. Es más, aun recuerdo la intensidad del sentimiento. Es algo que quedó grabado en mi para siempre y quién se atreva a querer destruir aquellos recuerdos, que si quiera lo intente.

Convivir con otros chicos de mi edad -que no necesariamente fueran del colegio- me ayudó mucho … vi las cosas desde otro ángulo. Aunque duró poco fue una de las épocas que recuerdo con más cariño. Una de las más significativas tal vez. Luego, encerrada en el silencio de mi cuarto, retomé las muñecas empolvadas porque mamá puso el grito en el cielo. Tanta cercanía con los chicos, acentuo “CHICOS”, podría derivar en tragedia. Ella, por supuesto, me lo dijo de manera sutil y definitivamente con otras palabras.

Y se me vino la secundaria encima y todo lo que creí que ella traería pues … no lo trajo. Así de simple y compleja a la vez me resulto la pubertad y con mucho más énfasis la adolescencia. Mis tiempos de “rebeldía” comenzaron y con ellos una suerte de premisas que más caben con el nombre de hábitos.

Aprendí a decir que no
Desarrolle una relación única con mi almohada, la cual sostengo hasta hoy en día (y es que me aferré a mi cama sobremanera)
Cambiaba los pasadores blancos de las zapatillas de Educación Física por algunos chillones que encontrara tirados por ahí (ahora solo uso de color rosado je)
Me ponía pantaloneta debajo del buzo para no usarlo en la cintura, sino casi en la rodilla! (guardo esa costumbre, pero solo en casa)
Usaba millones de shakiras intentando desafiar a la profesora de Lengua, (quién termino por decomisármelas)
El maquillaje era accesorio pero cuando había que usarlo, los colores tenían ciertas tendencias extrañas …
Luego de haber cantado el himno nacional a voz en cuello todos los Lunes de formación durante seis años consecutivos, preferí concentrarme en el Bubaloo que comía los cuatro años restantes de estadía en el colegio Americano.
Mi uniforme sufrió ligeras transformaciones, especialmente la falda.

Y como estas, mil y un premisas más.

Herí, me hirieron y seguiría conjugando esa palabra … hasta con el pretérito pluscuamperfecto. Cuarto de secundaria no fue un buen año y quinto pues lo viví a medias aquí en Lima. Si de algo me convencí fue que las cosas pasan por alguna razón, entendí que la amistad era efímera, muchas veces superficial y hasta con pinceladas de hipocresía pura. Me despedí de una idea, de un querer y asumí con entereza esa nueva etapa de mi vida … muchas veces quise flaquear –a pesar de cualquier trago amargo, extrañaba ese ideal-, pero lejos de chocarme con un mundo gris … se torno mas rosado de lo que pude imaginar. Y eso se lo debo gracias a personas que hicieron que guardara la esperanza, especialmente a mi Sandrita.

Pasados 4 meses, el destino apuntaba a un rumbo desconocido… un rumbo que no quiero ni recordar… que me llevó por el peor camino y que termino por asfixiarme. Si alguien cree que todos los inmigrantes que viven, vivieron o vivirán en Estados Unidos son felices, pues está totalmente equivocado. Yo llegue a odiar California, Arizona, Texas y todos sus derivados. Vivir ahí casi un año me planteó un panorama distinto. Sobretodo, alteró mi sistema nervioso, solidificó mi rebeldía, acentuó mi incapacidad emocional y llegué a la conclusión de que estar con los tuyos y bajo lo propio es mejor que vivir esperando milagros y sirviendo a gente que ni siquiera tiene un perfil digno de ser descrito.

Luego de mi retorno al Perú, el cual celebré con bombos y platillos durante casi 4 meses (vivía soñando con volver a ver a aquellas personas que marcaron hitos en mi vida), ingresé a la Universidad, no la que yo quería, sino otra… una que jamás me convenció pero que tampoco me retó - el facilismo hizo que me rindiera ante la tentativa de su oferta -. Antes de someterme a una vida universitaria poco atractiva… empecé a cometer los mismos errores de cuando niña –errores con nombre y apellido-, parece que la madurez solo aplicaba para algunos convencionalismos, obligaciones y responsabilidades más no en un plano personal.

Luego de intentar recuperar el año que no estuve aquí y vivir de manera acelerada todo lo que me pude haber perdido descubrí que había llegado el momento de asumir una postura mas seria, mas real, mas “dedicada”. Estar en la universidad demanda cierto esfuerzo, pensé. Ya soy universitaria, al menos debo parecerlo.

Una de las pocas cosas que extrañe, extraño y extrañaré de EEUU es el sueldo que recibía cada fin de mes luego de rajarme la espalda 24/7 y los HOT CHEETOS que son lo mas grande que puede existir sobre el eje terrestre. Pero vamos, “aquí también se puede”, me dije. Así que decidí chambear. Poco me costó aprender las artimañas para lidiar con enanos. Siempre los he amado … son mi fascinación … digamos que después de dormir, lo que más disfruto es ver a un nene sonreír, especialmente si la sonrisa me la dedica. Mi deseo de ser profesora de inicial fue derribado por una teoría que me remueve el cerebro de cuando en vez:

- “¿Acaso quieres ganar el sueldo mínimo y tener una vida mediocre? ¿Tanto es el amor por los niños que pretendes sacrificar vocación por calidad de vida? Yo no te pienso pagar una carrera así.

OUCH!. Doloroso pero cierto. Profundizar acerca de la relación que tengo con mamá sería eterno… pero es válido mencionar que es la persona que más amo, admiro y tolero. La única que me demanda esa paciencia que se me agota con los demás…

Canalice todas mis ganas de enseñarle a los chiquitines siendo profesora de natación, son ya casi 4 años consecutivos. Me enamoré de dicha profesión. Un día, muerta de cansancio, me decía a mi misma que no era lo mío … de pronto, a lo lejos logro reconocer la voz de uno de mis cositos y lo veo corriendo, con una flor en la mano … se acerca y me dice:

-“Feliz Día de San Valentín, eres la mejor Miss”-

Por un momento no lo creí … ¿el nene realmente me consideraba la mejor? ¿era el día de San Valentín? ¿Por qué yo no me acordaba? El horario era matador y la carga era inmensa también, tener a cargo 20 niños entre los 3 y 11 años no es nada fácil … exteriorizaba mi responsabilidad para con ellos dictando clase hasta en mis sueños … Ese 14 de Febrero, recibí desde chocolates Ole Ole hasta botellas de Gatorade, paquetes de tortees y cajas de bombones. Yo misma me sorprendí. En ese momento me percaté que la pasión era más fuerte que el cansancio y que seguiría haciéndolo por los siglos de los siglos, AMEN.

Cuando terminé el primer ciclo le encontré sentido a la historia de mi vida … me di cuenta que iba siendo buena hora de hacer una parada, el tiempo: INDEFINIDO y así mis días se empezaron a llenar de ilusión. Me sentí protegida, como jamás había sentido antes … olvidé cualquier tipo de herida, y me sumergí en ese amor que me consumía por dentro. Confié, confié tanto… por primera vez no dude ni un instante de sus palabras. Me dejé llevar. Volví a querer bonito como si de pronto el tiempo hubiera retrocedido y no tuviera ningún tipo de miedo para expresar mis sentimientos… pero como en todo, los obstáculos están allí (especialmente si es uno mismo quien los pone en el camino). Recordar y hacer memoria de ese pasaje –un tanto largo – es probar sinsabores que han sido superados. Valiente aquel que supo reconquistarme y me lleno de calor mientras que yo acababa por definir a una Vanessa que no es más que el remedo amargo de un rosado algo fúnebre.

Y no por ponerle punto final porque aún quedan muchos despertares, algunos que no quisiera tener que asumir … sin embargo, he de levantarme, día a día, sin saber –por el momento- hacia donde voy o para que sigo, pocas cosas tienen el sentido que imaginé tendrían, voy conociendo un mundo que no es el que soñé o el que me pintaron cuando fui a ver Aladino en el actual viejo y sucio cine Julieta que creo ya ni existe … Es cómico como quise hasta construirme mi propio mundo de fantasía, los detalles … pues los reservo, sólo puedo y debo confesar … que la fantasía tampoco existe … y los cuentos … son nada más que eso … cuentos. El día que asuma mi realidad, será el día que me mueva del eterno punto donde me encuentro hoy, parada, estática … inamovible.